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La poesía combativa hebrea en el medio siglo anterior a la fundación del Estado de Israel- por Ing. Moshé Dayan


En esta poesía Chernijovsky se dirige al niño - a cada niño judío -que no desespere porque el día de la redención tarda. Al igual que Maimónides en sus Principio de la Fe dice: Yo creo con fe inquebrantable en la venida del mesías aún cuando se demora. Chernijovsky medio siglo antes de la lucha de rebelión de la juventud judía en la Tierra de Israel llama al niño judío a incorporare a las filas de los abanderados y a las armas de los héroes.

Esa misma idea, el llamado a cada judío a enrolarse en el combate por la redención está en una poesía, escrita alrededor de 1925, en la que dice que el macabeo, el que luchó contra la hegemonía extranjera en la Israel del Segundo Templo es cada judío
Y eso dice la poesía:
Dicen que hay una tierra.
Dicen que hay una tierra
Una tierra bañada por el sol
¿Dónde está esta tierra?
¿Dónde está este sol?
Dicen que hay una tierra
Con siete columnas
Siete satélites surgen
Sobre cada colina
Tierra en la que se cumple
Todo lo que uno espera
Entra todo el que quiere
Y se encuentra con Aquiva.
Salud a tí Aquiva
Salud a tí maestro
¿Dónde están los santos?
¿Dónde está el macabeo?
Le contesta Aquiva
Le dice el maestro:
Todo Israel son santos.
El macabeo eres tú.


Aquí evoca Chernijovsky a Rabí Aquiva el sabio y el mártir de Israel, en la época de la rebelión de Bar-Cojba como el hombre autorizado a llamar a todo judío a las armas en la lucha por la Redención.
Tampoco las derrotas decepcionan y hacen perder la esperanza a Chernijovsky. He aquí una poesía que dedica a una de las mas dolorosas derrotas de la historia judía, la batalla en la que los filisteos derrotaron al ejército del rey Saúl sobre los montes de Guilboa, en la que murieron el rey, los príncipes y casi todos los combatientes judíos:

Sobre los montes de Guilboa
Y murió Saúl y sus tres hijos, y su escudero y todos sus varones,
en aquel día.
Samuel 1, capítulo 31 versículo 6.

Uno a uno cayeron los héroes
Al resonar fuerte la trompeta
En los montes de Guilboa.
Te cansaste, Rey, tras el escudo
Aún hay fuerzas en mi brazo.
Yo te protegeré,
Son hoy más los gentiles que nosotros.
Toca la trompeta! Sed fuertes
Sed valientes, héroes trabajadores
Con sus muchas flechas
Aquí no se acercarán!
Te cansaste, Rey. Sobre mí apóyate.
No es tiempo de reposo,
Apúrate trompetista,
Aún tiran lanzas
Aún vibra el enemigo.

Poesia Combativa
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